lunes, 16 de abril de 2012

A TI MI AMOR.

A mis catorce primaveras,
tres veranos le sumaste,
aunque tímido de veras,
dos otoños le restaste.

Tus palabras mas sinceras,
a una oreja confiaste,
sin saber de su sordera,
plenamente confesaste.

Y tras un año de espera,
sin respuestas ni detalles,
tu seguías con tu tontera,
y otro invento te buscaste.

Tu querías que yo supiera
y un león tu me enviaste,
cuando yo escuche a la fiera,
tu timidez demostraste.

Una noche desesperas
y en un parque me buscaste,
con el mundo por montera,
muy nervioso me explicaste.

Traías la lengua fuera,
obstáculos tu saltaste,
pues subiste una escalera,
cada escalón con su lastre.

Para no ser pejiguera
y que no me empalagase,
con rapidez y sin flojera,
de la manga sacaste ases.

Cuando del tiempo algo dijeras,
yo corroboraría tu frase
y de esta forma tu supieras,
que tu estancia era agradable.

Pasaría noches en vela,
como niña, como amante,
y no habría quien me dijera,
cuanto llegaría a amarte.

Porque si tu supieras,
cuando te tengo delante,
como mi corazón se altera,
sin ni siquiera tocarte...
se me quitan las ojeras
y se me cambia el semblante.

Y con veintiocho primaveras
y el mejor de los talantes,
tengo la visión certera,
de que tu mi acompañante,
me darías tu vida entera,
para seguir adelante
y convertir esta larga espera
en algo insignificante,
porque si te soy sincera,
se que saldremos triunfantes.

GSR.

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